Las plantas de tratamiento de agua residual de tipo institucional o comerciales, como: hoteles, restaurantes, centros comerciales, centros de salud o instituciones educativas, no solo plantean retos diferentes a las plantas tradicionales de agua residual de tipo doméstica, sino que afectan la operatividad de los lugares donde deben garantizar la sostenibilidad ambiental, social y económica, con un agravante, afecta la rentabilidad de los mismos, poniendo en riesgo todo el ciclo del agua, la comunidad donde opera y nuestro bolsillo.
Como vimos en artículos anteriores como “Los efluentes residenciales e institucionales son muy diferentes y desconocer sus particularidades en el diseño inicial le traerá muchos problemas en su PTAR Institucional.”, los efluentes institucionales y de negocios tienen diferencias significativas que inciden en la manera en que deben ser tratados. Estas diferencias son:
- El caudal y valor de los parámetros es variable en el tiempo: No es lo mismo la demanda, caudal y carga del agua potable y residual de un domingo a un lunes. Los centros comerciales, restaurantes y hoteles lo saben muy bien. Igual los centros de salud en horas de la madrugada, y, mientras estos están a su máxima capacidad, las instituciones educativas están vacías. A la naturaleza y a los seres vivos, como los microorganismos de los sistemas secundarios no le gustan los picos ni de caudal y por lo consiguiente las variaciones en los valores de los parámetros críticos.
- El tipo de parámetros es diferente en cantidad y tipo comparado al residencial: Grasas y aceites, arena, productos de limpieza, están presentes en aguas de tipo especial como las que estamos mencionando y, aunque se encuentran en mucho menor proporción en aguas domésticas, su impacto en plantas de tratamiento institucionales y comerciales son enormes. No considerar esta influencia es un error común y fatal.
- Existen otros contaminantes a considerar: Tintes y acetonas, se encuentran en centros comerciales y hoteles con salones de belleza y barberías. La sangre, antibióticos y formoles son comunes en centros de salud en especial si estos manejan morgues y funerarias. Su impacto es obvio, eliminan las especies biológicas como las que están presentes en el lodo activado y sistemas anaerobios.
- La cercanía con los usuarios no da lugar a error: En algunos lugares, y a pesar de tratar de pasar inadvertida, la presencia y ubicación de una planta de tratamiento de agua residual es mu evidente. Lo primero es el olor, el característico a huevo podrido, “gas de alcantarilla” que llaman, H2S, sulfuro de hidrógeno. La grasa acumulada, ya rancia, también tiene un olor característico, que además atrae roedores e insectos desagradables a la vista como cucarachas. ¿Quién puede comer, comprar, o relajarse así?, ¿quién aceptaría, por sanidad e inocuidad, los olores a putrecina y cadaverina propios de plantas de centros de salud?, dado que estos lugares se encuentran en su mayoría limitados de espacio, ya que cada metro cuadrado puede y debe ser aprovechable para generar dinero, los problemas de una planta no pueden ser ignorados fácilmente y afectarán directamente el desarrollo de la actividad comercial.
Una vez identificadas las diferencias y siendo conscientes que debemos aproximarnos al problema con una nueva perspectiva, debemos seguir el camino correcto, paso a paso, así:
- Mitigue el problema de inmediato en el corto plazo: Normalmente los problemas se relacionan con malos olores y apariencia. Lo primero es identificar la fuente y por lo tanto el tipo de sustancia volátil causante del olor. Normalmente son debido a falta de oxigenación por deficiencias en la transferencia de oxígeno y altas cargas orgánicas, que generan sulfuro de hidrógeno. También, en el caso de hoteles, centros comerciales y restaurantes, puede ser debido a la presencia de sustancias volátiles aldehídos, cetonas e hidrocarburos, presentes en aceites y grasas rancias. Finalmente, en centros de salud y funerarias la descomposición de materia orgánica genera olores producto de la putrecina y cadaverina. Una vez identificada la fuente debe ser atacada con productos de destruyan o transformen la sustancia volátil, es muy importante no usar productos que “enmascaren” el olor ya que el resultado es bastante desagradable. Segundo se debe realizar una limpieza y desinfección controlada de toda el área para facilitar la labor de estudio del problema raíz.
- Dibuje, mida y caracterice: Una vez la presión ha bajado un poco, podemos empezar a trabajar en corregir la causa del problema. Para esto debemos actualizar el diagrama de flujo identificando las fuentes de agua, baños, lavaderos, lavaplatos, desagües, extractores, laboratorios, morgues, lavado de cabello, almacenes y como se relacionan todos estos elementos entre sí. Debemos incluir en el diagrama equipos, sensores, bombas, actuadores y tableros de control, así como accesorios (válvulas, codos, empalmes), tuberías (incluyendo el diámetro y tipo), y puntos de toma de muestra luego de cada etapa, es decir: pretratamiento, tratamiento primario, secundario y terciario. Una vez tenemos claro el estado de la planta, medimos la eficiencia de cada etapa estableciendo parámetros críticos como: DQO, DBO, pH, Grasas y Aceites (libre y emulsionado), Sólidos totales, suspendidos y solubles, fósforo, SAAM, entre otros y su comportamiento a través del sistema.
- Ataque el problema de raíz. Es hora de actuar, el paso anterior nos dará una luz sobre la causa del problema. Normalmente se limita a:
- Falta de un sistema de tamizaje y homogeneización: que sirva como “escudo protector” antes sólidos gruesos que dañen los equipos, y como ”buffer” que regularice los caudales de entrada y salida, mientras nos protege de picos de caudal y valores altos de parámetros particulares diluyéndolos en un volumen de agua importante y establecido por medio de métodos estadísticos basados en área, numero de usuarios, actividad, cantidad y tipo de unidades sanitarias y comportamiento de establecimientos similares.
- Remueva la grasa: Instale algún tipo de tratamiento primario que separe las grasas y aceites emulsionados, si no lo hace, estas grasas y aceites cubrirán la pared celular de sus microorganismos impidiéndoles respirar y alimentarse. Es el equivalente de ponerle a sus trabajadores una bolsa sellada en su cabeza y pretender que trabajen. Se estima que la eficiencia de los sistemas secundarios se reduce hasta en un 70%, eso es costo de energía e insumos botados a la basura.
- Falta de aire: El mecanismo mediante el cual se degrada la materia orgánica en los sistemas biológicos se llama metabolismo, es decir la bacteria transforma la materia orgánica a través de un proceso de oxidación en energía, la clave aquí es el oxígeno. Sin oxígeno no hay oxidación, sin oxidación no hay metabolismo, sin metabolismo la célula muere y la materia orgánica se descompone. Resultado, mal olor.
- Mala operación y control. Una planta bien diseñada no presenta problemas de un día para otro, a no ser que reciba choques fatales de sustancias nocivas o el suministro de agua, materia orgánica u oxígeno se suspenda. La planta empieza a fallar poco a poco, y da señales que deben saber ser interpretadas por el personal de operación y supervisión y actuar de acuerdo con la teoría, experiencia y criterio. Para esto debe estar debidamente capacitado, seguir los procedimientos de medición, preparación de insumos y controlar los parámetros principalmente caudales, pH y oxígeno. Los equipos e insumos deben ser idóneos y operados o dosificados según las indicaciones del proveedor, quien además debe apoyar con visitas de control y servicio postventa que garantice que sus productos están siendo utilizados de manera correcta.
- Anticipe, y establezca procedimientos, incluida una guía tipo “Troubleshooting” Una vez el problema ha sido mitigado y las causas reparadas, es importante minimizar el riesgo que ocurra nuevamente, ¿cómo?, aprendiendo de los errores, estableciendo rutinas que permitan identificar los primeros síntomas de un posible daño o evento mayor. Esto se hace siguiendo procedimientos que garanticen la identificación y medición de parámetros críticos, la acción conjunta de todos los actores a través de procedimientos rutinarios de frecuencia establecida y una guía para reaccionar el caso de problemas para evitar percances y afectación al usuario.
- Lleve un registro, la bitácora, esta será su fuente de información y registro de actividades que le permitirá establecer relaciones de causa y efecto, además será su arma ante cualquier autoridad ambiental que, además de querer saber lo que ocurre, querrá saber usted que está haciendo para predecir, prevenir y corregir el problema.
Una planta de tratamiento de un centro comercial, hotel, centro de salud o institución pública mal tratada puede ser el primer paso a una crisis más severa, una de tipo económico basada en una imagen desfavorable. A pesar de estar, como debería, escondida y pasar completamente desapercibida, está en nuestras manos garantizar lo segundo. En el fútbol nunca nadie se percata de la importancia del papel del arquero, hasta que falla y el equipo queda eliminado. Su planta es como ese arquero, el no quiere notoriedad, solo quiere hacer su trabajo tranquilo, pero necesita las herramientas que solo el dueño del plantel le puede proporcionar para que todo el equipo gane el campeonato.