Las plantas de tratamiento para aguas residuales de tipo institucional (Hoteles, restaurantes, centros comerciales, salones de belleza, instituciones educativas, centros de salud) tienen que ser abordadas de forma diferente que las plantas de tipo residencial, ¿Por qué?, porque el tipo de contaminantes, cargas específicas y comportamiento de los caudales es diferente, además, las consecuencias ambientales, sociales y económicas de los problemas asociados a mala operación, diseño deficiente, insumos inadecuados, equipos en mal estado y en general, la calidad de la gestión hídrica, pueden ser catastróficos.
Cierto, existen puntos en común entre las plantas de agua residual de tipo doméstica y tipo institucional, y estos radican en que ambas reciben agua de tipo doméstico, es decir, materia fecal, orina, detergentes, grasas y aceites, y hasta ahí llega su similitud. La gran diferencia la hacen otras fuentes de agua residual que, a pesar de encontrarse en residencias, dado su volumen y características, hacen inviable su tratamiento de forma convencional, me refiero a: grasas y aceites en estado emulsionado, productos de limpieza como surfactantes, la presencia de tintes, acetonas y productos de belleza, sangre, antibióticos y formoles. ¿De donde provienen estos contaminantes?, veamos:
- Grasas y aceites en estado emulsionado: Cualquier hotel, centro de salud, institución educativa o centro comercial que maneje una o varias cocinas tendrá grasas y aceites, en mayor o menor proporción, pero siempre será en un volumen mucho mayor comparado con una residencia, con un extra, la manera como se remueven de las superficies donde están, es decir vajillas, estufas, mesas de preparación, pisos y extractores. Normalmente, a gran escala, las grasas y aceites son removidos con una mezcla de agua a alta temperatura y presión, además de agentes surfactantes poderosos, ¿qué significa?, que la grasa que estaba en estado libre, es decir que por diferencia de densidad iba a ser removida por flotación en la superficie de la trampa de grasa, ahora se transformó en una emulsión coloidal de sólidos suspendidos que deberá ser removida por métodos de separación fisicoquímica. Esa agua blanca que usted ve en los drenajes y trampas de grasa.
- Tintes, acetonas y productos de belleza: Es claro que a nivel residencial se utilizan tintes, acetonas y otros compuestos para el cuidado y mantenimiento del cabello y belleza en general. Sin embargo, en centros comerciales y hoteles, principalmente, su volumen es mayor y a ese punto se convierte en un contaminante capaz de afectar de forma negativa su tratamiento biológico. Consideraciones especiales que veremos más adelante, evitarán que unos pocos litros de estos agentes arruinen el trabajo que toda una planta realiza en varios metros cúbicos.
- Sangre: La sangre tiene una característica muy particular cuando se trata de establecer su posición entre la clasificación de sólidos por tamaño, está en un umbral en el que no es lo suficientemente grande para ser considerada como sólido suspendido, ni es tan pequeña como para ser considerada soluble. Esta particularidad la hace un reto para cualquier diseñador de plantas, existen varias opciones de tratamiento, dependiendo de su cantidad y las características particulares del centro de salud. Estas opciones van desde la satelización, disposición particular, coagulación + floculación, oxidación avanzada, entre otras.
- Antibióticos y formoles: Básicamente los encontramos en centros de salud y son nocivos para las bacterias de nuestra planta de tratamiento. Es obvio, están diseñados para destruir o inhibir microorganismos, como aquellos responsables de las enfermedades y la descomposición de materia orgánica, como cadáveres y órganos. Una remoción o tratamiento previo es el camino para que nuevamente unos pocos litros no afecten varios metros cúbicos y eliminen un sistema biológico que tardará semanas en recuperarse.
- Caudal: Si bien es cierto en una casa los fines de semana se tiende a aumentar el consumo de agua, debido a la presencia de sus habitantes durante más tiempo, jamás será en la proporción que un centro comercial, hotel o restaurante registra. Mucho menos se verá esa diferencia cuando se analiza en estaciones, días especiales, o eventos masivos. Es más, durante la semana se notará una curva de demanda tan variada que implica la implementación de un método de normalizarla, ¿por qué?, porque a la naturaleza y a sus miembros no le gustan los sobresaltos, y las bacterias del tratamiento secundario, son bastante sensibles a esos picos. La solución, además de un estudio estadístico de demanda, requiere la implementación de un “buffer”, es decir un amortiguador que reciba picos de caudal altos y los normalice a la salida a través del manejo de un volumen adecuado. La otra ventaja: ayudará a normalizar picos de contaminantes diluyéndolos en un volumen considerable de agua de tal manera que minimice su impacto.

Teniendo claro que las aproximaciones a los diferentes tipos de agua a saber, doméstica e institucional, debe ser diferente, porque son aguas con características diferentes. Podemos establecer unas consideraciones básicas a la hora de diseñar una PTAR Institucional:
- Estudie el tipo de contaminantes que puede haber, investigue que tipo de fuentes potenciales habrá dependido de la actividad del lugar que generará el agua, hoy y a futuro.
- Realice un estudio estadístico de los caudales y frecuencias, de las actividades a realizar y los comportamientos típicos del tipo de establecimiento en la región.
- Satelice o deseche contaminantes de alta carga y que sean nocivos para su planta. Considere su volumen y decida, con base en un estudio financiero, si conviene tratarlos por aparte en su planta o si es más sensato disponerlos a través de un tercero.
- Siempre, siempre, siempre, coloque un sistema de tamizaje y homogeneización, esto le ayudará a proteger sus equipos como bombas y sensores de sólidos gruesos, y le dará una herramienta para el manejo de picos de caudal y altas cargas contaminantes.
- Instale algún tipo de tratamiento primario que separe las grasas y aceites emulsionados, si no lo hace, estas grasas y aceites cubrirán la pared celular de sus microorganismos impidiéndoles respirar y alimentarse. Es el equivalente de ponerle a sus trabajadores una bolsa sellada en su cabeza y pretender que trabajen. Se estima que la eficiencia de los sistemas secundarios se reduce hasta en un 70%, eso es costo de energía e insumos botados a la basura.
- Sea robusto, no diseñe para lo mejor, diseñe para lo peor y opere acorde a la carga que recibe con la seguridad que le da un sistema capaz de resistir picos y cargas atípicas, porque las tendrá.

Recuerde, el gran error de los diseñadores de sistemas de tratamiento de agua para comercios, hoteles, hospitales, es extrapolar y asumir que, dado que se trata de sitios con presencia de personas, pueden utilizar los mismos sistemas que se usan para residencias, desconociendo las particularidades de estos lugares como plazas de comidas, laboratorios, morgues, grandes lavanderías y picos estacionales, y eso, es el primer error en una seria de errores.