Respuesta corta: si el agua de salida de su tratamiento primario, sea por flotación o decantación, está completamente clara, es decir con turbiedades por debajo de 20 NTU, felicidades, su sistema funciona perfectamente.
En algunos casos, como en la industria alimentaria, el agua de salida de los procesos primarios mantiene un poco de color. Esto es aceptable y normal, por ejemplo, en el caso de la de la industria de procesamiento de carnes, donde un sutil color rosa proveniente de coágulos de sangre fuera del rango de tamaño considerado suspendido, permanecen sin remover por flotación, es decir son prácticamente solubles. El mismo caso ocurre con aquellas coloraciones verdosas provenientes de ácidos fúlvicos y húmicos de naturaleza biológica que son observados a la salida de sistemas de decantación primaria de aguas provenientes de sistemas de remoción tipo lagunas.
Pero, ¿qué pasa si mi sistema genera agua con turbiedad?, ahí podemos mejorar, porque es señal que su sistema no funciona adecuadamente.
¿Qué hacer?
Asegúrese que los sólidos que están saliendo de su sistema primario, causantes de la turbiedad, son removibles. ¿Cómo?, tome un poco de coagulante, y haga una prueba de jarras rápida con una botella plástica o envase. Es decir, agregue una gota de un agente coagulante (sulfato de aluminio, policloruro de aluminio, hidroxicloruro de aluminio, cloruro férrico, cloruro de aluminio, EPI/DNA, etcétera), que siendo de aproximadamente 0,05 ml de volumen en una muestra de 1000 litros equivaldría a unas 50 ppm y agite fuerte durante 30 segundos. Si observa «corte», es decir presencia de flóculos, su efluente primario tiene sólidos suspendidos que no están siendo removidos por su proceso, eso no es lo deseable. En caso de persistir la turbiedad en la prueba rápida, agregue otra gota y repita el proceso hasta observar corte.
¿Porqué es importante que la salida de mi sistema primario sea lo más clara posible?, sencillo, por que esos sólidos suspendidos que no fueron removidos por mi sistema primario, deberán ser tratados por sistemas posteriores, por ejemplo tratamientos biológicos o terciarios. En el caso de tratamientos biológicos, la presencia de sólidos suspendidos, en especial grasas, reducen significativamente la eficiencia de los mismos aumentando los costos en energía (hasta un 70%) para los aerobios, y generando malos olores + colapso, en el caso de los anaeróbios. En sistemas de tratamiento terciario o de pulimiento, generarán taponamientos, colmatación, ensuciamiento y reducción completa o parcial de la eficiencia de filtros, membranas, resinas, desinfección, oxidación avanzada, etc.
En últimas, el tratamiento de agua consiste, en la mayoría de los casos, en la remoción de sólidos, desde los más grandes hasta los más chicos, a través de procesos secuenciales de acuerdo a su tamaño. El remover sólidos de tamaño mayor en etapas posteriores a las recomendadas, saldrá mucho más costoso en términos de insumos, energía y operación. Recuerde: en tratamiento de agua, el tamaño de las partículas a remover y el costo de hacerlo es inversamente proporcional y dicho costo crece exponencialmente con el tamaño.