El tratamiento de agua no implica solamente la transformación de los parámetros del agua cruda a valores de vertido dentro del rango permitido por la ley. El tratamiento también comprende el manejo del lodo generado, sus implicaciones legales, y los costos asociados a su transformación y disposición. Pero, ¿cómo mejorar la eficiencia del proceso de deshidratación?, ¿cómo cumplo con los parámetros de ley?, ¿cómo reduzco los costos y mejoro la eficiencia?, la respuesta, el acondicionamiento de lodo.
¿Qué es acondicionar el lodo?, es manipular a nuestro favor las características del lodo, de tal manera que sean favorables a nuestras operaciones unitarias dentro del proceso de deshidratación. ¿Cuales características?, principalmente contenido de agua, porcentaje, características y tipo de sólidos presentes.
La primera característica, el contenido de agua, se nos presenta asociada al lodo de tres maneras: libre, capilar y ligada. Lo que nos lleva a tres maneras de acondicionar el lodo: física, mecánica y fisicoquímica respectivamente. Para la primera característica, el agua libre, el uso de decantadores, camas de filtración, o métodos de separación por gravedad, permiten una separación sólido-líquida del agua y el lodo, lo que disminuye de forma económica el porcentaje de agua. El agua asociada al lodo por capilaridad, implica el uso de floculantes y otros catalizadores que aceleran la separación del agua ligada, transformándola en agua libre, de ésta manera será fácilmente separable por medios físicos o mecánicos. Finalmente, el agua ligada principalmente al interior de microorganismos presentes en el lodo activado, puede ser removida por un conjunto de herramientas,a saber, el uso de bactericidas como hipoclorito de sodio que destruye la pared celular y libera el agua contenida en su interior para luego utilizar métodos mecánicos como: prensado (bandas, prensas, tornillos), centrifugado, y mas artesanales como lechos de secado que se valen de la energía del sol para evaporar el agua liberada por los métodos antes expuestos. Otro tipo de agua ligada, la encontramos en lodos coagulados previamente con sales de aluminio y hierro, ya que el mecanismo de remoción de sólidos de estos productos se vale de la presencia de hidróxidos, con alto contenido de humedad y unidos al lodo por enlaces fuertes. Una vez más, la adición de catalizadores ayuda a la transformación de este tipo de enlace de capilar a libre, reduciendo el costo de la deshidratación. Es decir, para acondicionar el lodo, vía la reducción del agua, debo conocer el tipo de mecanismos que unen las dos sustancias y así buscar las alternativas que nos permitan reducir el volumen de agua y por lo tanto el tamaño de los equipos y dosis de químicos asociados con la deshidratación, reduciendo los costos para nuestro beneficio.
La segunda característica, la naturaleza y tipo de sólidos tiene que ver con su reacción ante las fuerzas externas que buscan reducir el porcentaje de humedad. Es decir, partículas débiles como, grasas, lodo biológico, con alta presencia de coloides y otros sólidos suspendidos, y baja resistencia a fuerzas de corte, disminuyen la eficiencia de métodos de separación como físicos y mecánicos. La transformación de éstas características, busca modificar su reacción a los mencionados métodos y fuerzas aplicadas. Así las cosas, la adición de cal, bentonita, arcilla, y la mezcla de lodos primarios, con alto contenido de sólidos de naturaleza inorgánica con alta resistencia a fuerzas de corte, con lodos de naturaleza orgánica, permiten maximizar la eficiencia de las operaciones unitarias del proceso de deshidratación, reduciendo costos.
En conclusión, conocer la naturaleza de las fuerzas que unen el agua (libre, ligada o capilar) y las características de los sólidos removidos en el tratamiento de agua, nos da una idea de los métodos de acondicionamiento que buscan reducir el volumen de lodo, su porcentaje de humedad y aumentar la eficiencia de los métodos de separación sólido-líquido, es decir, físicos, fisicoquímicos y mecánicos de tal manera que nos beneficien reduciendo costos y mejorando la calidad del lodo con miras a reaprovechamiento en una economía circular.